El refinamiento de los sentidos
El niño explora su mundo, el ambiente y las personas que lo rodean de manera instintiva y natural. Para incorporar toda la información posible, es que el niño pone a disposición para el aprendizaje, todos sus sentidos. A través de ellos, absorbe el ambiente y genera las conexiones neuronales necesarias para su desarrollo, rescatando impresiones sensoriales de su experiencia.
Esta su manera natural e instintiva de aprehender el mundo que lo rodea, acumulando sus percepciones de la realidad, que poco a poco las transformará, organizándolas y clasificándolas, en imágenes mentales. Las experiencias sensoriales de los primeros seis años de la vida de un niño, no son solo el canal principal de adquisición del conocimiento, sino una herramienta fundamental para conocer el mundo que lo rodea y descubrir sus propios intereses y tendencias humanas.
