Promoviendo la autonomia e independencia
Desde el momento mismo que un niño logra sentarse solo y con seguridad, puede utilizar un vaso de cristal del tamaño adecuado a su mano. Si, es probable que se derrame al principio, hasta aprender el movimiento y desarrollar la coordinación que se requiere para llevar el vaso a la boca. Pero es el momento perfecto para aprenderlo! Sírvele poca cantidad; muy poca cantidad, todas las veces que lo desee. El desafío en un principio será aprender a beber del vaso y luego apoyarlo con delicadeza para que se no se rompa, y sí…. es probable que el vaso se rompa más de una vez. Pero eso también será un aprendizaje (del que hablaremos en otro post). El agua derramada es una oportunidad para poner en práctica otros conocimientos. Tener un paño a mano para secar la mesa es un gran aprendizaje y la oportunidad de volver a dejar el espacio en condiciones.Fíjate todo lo que se pone en juego con solo beber agua de un vaso. En este ejercicio de vida práctica, el niño desarrolla la musculatura de la mano, la coordinación óculo-manual, adquiere el hábito de beber agua, trabaja en el desarrollo del refinamiento de sus sentidos, aprende a secar lo que se haya mojado durante su trabajo, tomando consciencia de la causa-efecto, y también desarrolla la empatía dejando el espacio limpio y ordenado para el resto de la familia. A partir de los 20 meses aproximadamente (recuerda que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje) te aliento a dejar en una bandeja a su altura, una jarra pequeña con agua y un vaso, de manera tal que pueda servirse y beber cada vez que lo desee.
