Pies descalzos
Por lo que venimos conversando acerca de la piel y los sentidos, te invito a que desde el primer día de vida le ofrezcas a tu bebé que tenga los pies descalzos, sin medias ni calzado. Hay varios motivos que fundamentan esta práctica, aunque vas a encontrarte en la calle con mucha gente que tenga cosas para decir cuando vea a tu bebé descalzo…
A las 24 horas del nacimiento aproximadamente, tu bebé ya sabe regular la temperatura corporal de la misma manera que lo hace tu cuerpo adulto. Esta es
la primera razón por la cual no debes abrigarlo más de lo que tu te abrigas. Si tienes calor, él también. Si tienes frío, debes abrigarlo también.
En segundo lugar, los pies funcionan como un termostato del cuerpo y si están siempre cubiertos y abrigados, el bebé pierde la percepción real de temperatura de su cuerpo. Estos son los primeros pasos hacia la construcción de su independencia. Permítele percibir por sí mismo las diferentes temperaturas, descubrir si se siente a gusto con el fresco o si prefiere estar abrigado. Claro que si vives en una zona de invierno muy crudo, deberás cubrirle los pies si sales a la intemperie.
En tercer lugar, la exploración sensorial en el primer período de vida se realiza a través de la experiencia de la piel. Por lo tanto, los pies serán una fuente de gran información acerca del mundo que lo rodea. Puedes promoverle experiencias variadas, permitiéndole sentir el césped, la arena, el agua, una alfombra, etc
Por último, pero no menos importante, la libertad de movimiento de sus pies y sus dedos favorecerá el desarrollo de la musculatura para posteriormente lograr rolar, sentarse, gatear, pararse y caminar. Los calcetines pueden ser resbalosos para de intentar nuevos movimientos y lo inhibirán a la hora de explorar con su cuerpo. Por su parte, los zapatos, contienen el pie de manera que éste pierde libertad de movimiento y de acción. Realmente, no son necesarios hasta que el niño puede caminar por sus propios medios en superficies que pudieran lastimar su piel.
