Aprender a través del juego
El agua es también motivo de juego y diversión. Mojarse y refrescarse con altas temperaturas, salpicarse, guerra de agua, trasvasar de vaso a vaso y de jarra a vaso, probar con un embudo, con un gotero, teñir el agua de diferentes colores, hacer experimentos, incluso zambullirse en una piscina, sumergirse y aprender a nadar. Cuánta satisfacción nos trae el agua, y con ella cuanto aprendizaje que incorpora el niño a través de juegos y experiencias placenteras! Es que el aprendizaje genuino se realiza únicamente con placer y satisfacción, guiado por el entusiasmo, la curiosidad y el interés natural de cada niño.
Recuerda que lo que para ti es un juego ingenuo, es para el niño un trabajo dedicado para la construcción de su ser, de su estructura emocional y el desarrollo de su independencia. Y es el niño el primero que sabe tomar este trabajo con mucha seriedad y entrega, dedicando toda su dedicación y atención a cada tarea. Recuerda proponer la actividad y luego permitirle explorar sin interferir. La mayoría del conocimiento que adquiere el niño en esta etapa es aquel que incorpora a través de sus sentidos en la exploración de nuevas experiencias.
