¿Como beneficia la elipse la construcción de la empatía, la paciencia, la tolerancia y el autoconocimiento físico?
La elipse es un material del ambiente Montessori. Sin embargo, no es un objeto que se encuentra en los estantes del salón, sino que es una forma geométrica dibujada en el piso. Como cualquier otro material, la elipse no se pisa, sino que se pasa por al lado y se cuida. Si nos sentamos alrededor de ella, siempre será por fuera de la línea, sin tocarla. Si trabajamos en el espacio que se forma dentro de ella, prestaremos mucha atención de no tocar sus línea en ningún momento.
Este ejercicio despierta en el niño una consciencia por los objetos que se encuentran a su alrededor. Asimismo, cuando los niños trabajan con este material y caminan por sobre la línea de la elipse, deben estar atentos al compañero que tienen adelante y el que tienen detrás para evitar golpearse o retrasar el paso. Es así que el niño desarrolla y refina la consciencia por el prójimo, su espacio personal y el respeto de los ritmos y los movimientos.
Mientras el niño incorpora estos conceptos, a través de desafíos físicos sobre la elipse, también desarrolla su propia capacidad de auto-regulación física, el control de sus movimientos, la identificación de sus necesidades emocionales en relación a sí mismo y a sus compañeros.
La elipse, que parece tan simple dibujada sobre el piso, ofrece una infinidad de propuestas muy enriquecidas, que aportan a la construcción de la motricidad pero, por sobre todas las cosas, al autoconocimiento y a la formación de una estructura emocional propia sólida que le dará al niño herramientas emocionales e intelectuales para vincularse socialmente con el mundo.
Puedes dibujarla en tu casa o en el patio y disfrutar de todas sus propuestas y beneficios. Este material es adecuado a partir de que el niño ha logrado una marcha estable en adelante.
