El orden externo como reflejo del orden interno
Este período sensible se presenta al final del primer año de vida y se prolonga hasta los tres años aproximadamente. El orden para tu niño constituye un estímulo y una necesidad emocionantes, que representan el goce efectivo de la vida.
En este periodo, tu pequeño encontrará satisfacción en hallar los objetos siempre en el mismo lugar. Y será para él, el que les corresponde. Tendrá predilección por las cosas bellas, brillantes, coloridas y atractivas. Buscará un orden coherente, la repetición y la secuencia.
El niño recibe de la naturaleza la sensibilidad del orden, para construir su sentido interior. Recuerda que el orden externo, contribuye a la construcción del orden interno, y eso abona a la seguridad personal, la confianza en sí mismo y la construcción de su estructura emocional y su carácter.
