Escuchar atenta y respetuosamente
No, no perderás el control ni la autoridad. No te estarás degradando hacia el niño. No lo confundirás, él sabe perfectamente que eres su madre o padre. No le estarás dando espacio a manipulaciones o a que se aproveche de algún poder…
Ponerse a la altura del niño nos ayuda a comunicarnos mas eficientemente. Podemos ver el mundo desde su lugar y tal vez entender o aclarar sus vivencias. Podemos mirarlo a los ojos y crear ese puente mágico que se genera cuando las miradas se encuentran.
Estaremos fortaleciendo su autoestima. Nuestro lenguaje corporal le indicará que nos importa, que queremos escuchar y nos interesamos por lo que está diciendo. Estamos siendo empáticos con su niñez y con sus sentimientos.
Ponernos a la altura del niño será una invitación a conversar, pero especialmente a escuchar. La escucha activa, atenta y respetuosa te ayudará a comprender lo que el niño está diciendo, en lugar de interpretar sus emociones.
Inténtalo, es una actitud que fortalece los vínculos y ayuda a conectarse desde un nuevo lugar.
